13 de febrero de 2005. El Ejido
Trabajador del campo y de la construcción, de origen marroquí y militante del SOC (Sindicato de Obreros del Campo), perdió la vida fruto de múltiples heridas de arma blanca. Aunque la policía quiso relacionar el caso con un asunto de tráfico de drogas, el entorno de la víctima siempre desmintió tal extremo y afirmó estar seguro de que se trataba de un crimen racista.