20 de julio de 2002. Alcorcón
Menor de edad de origen angoleño y raza negra, fue apuñalado en el corazón por un portero de discoteca. Fue un crimen con evidentes indicios racistas. El asesino acudió al lugar de los hechos alertado por un neonazi que cumplía condena por dos homicidios frustrados, pero que ese día estaba de permiso penitenciario. Este hombre apareció muerto en extrañas circunstancias dos días después. Ambos eran conocidos como antiguos cabezas-rapadas de la localidad de Parla.