5 de mayo de 2014. Gandia
Javier invitó a su casa a dos jóvenes tras una noche de fiesta. Allí, según explican los agresores, descubrieron su orientación sexual y lo mataron a cuchilladas. Avisarían a otras dos personas para deshacerse del cuerpo después de descuartizarlo. El principal acusado fue condenado a dieciséis años y tres meses de prisión por asesinato con el agravante de homofobia. El TSJ rebajaría la pena un año y tres meses en negar el delito de odio y descartar las motivaciones homófobas del crimen.