21 de noviembre de 1993. Madrid
Inicialmente se atribuyó la muerte a una paliza de un grupo de ultras. Después de la autopsia la policía lo descartó porque el cadáver solo mostraba un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza. El hermano de la víctima manifestó que, antes de perder la conciencia, este le dijo que lo habían agredido unos cabezas rapadas mientras se fumaba un porro.