21 de marzo de 2003. Huelva
En la estación de autobuses de Huelva duermen Abdesdek Ben Sfia, de 27 años, y Boubker Echarraka, de 35. Esa tarde habían llegado de Almería con la intención de trabajar en la campaña fresera. Junto a ellos está tumbado Mohamed Zoubir, un marroquí de 60 años al que habían conocido horas antes y con el que habían confraternizado: habían perdido sus respectivos autobuses. Pretenden partir hacia Lepe en el primer autocar de la mañana. Entre las 3.00 y las 4.00, un grupo de personas cubiertas con pasamontañas les ataca con bates de béisbol y navajas. Los inmigrantes se protegen con los brazos y piden auxilio. Un vigilante y un operario de limpieza avisan a la policía. Zoubir muere en el hospital tres días después de la agresión. El tribunal que juzgó el caso no albergó dudas sobre «las razones xenófobas» que alentaron el crimen. De hecho, en la sentencia incorpora la agravante de «cometer el delito por motivos racistas».