12 de septiembre de 2010. Cornellà de Llobregat
Los testigos señalaron que se trató de una agresión racista porque los autores de la paliza gritaron diversas veces «sudaca de mierda». Estas personas explicaron que el hecho que motivó la agresión de tres individuos contra el ciudadano ecuatoriano fue que este orinó en un parque donde había niños. Los mismos testigos relataron cómo la víctima recibió muchos golpes durante la paliza y que, cuando ya estaba inconsciente en el suelo, los agresores le remataron dándole una patada en la cabeza. Gravemente herido, fue trasladado de urgencia a un hospital, donde murió varias horas después. El informe forense estableció que la víctima falleció de un aneurisma y no por los golpes recibidos.