9 de enero de 1993. Madrid
Desaparece la joven de 16 años, Susana Ruiz, tras participar en una fiesta de cumpleaños en un caserón okupado de Vicálvaro. El 25 de febrero aparece su cadáver muy cerca de donde fue vista por última vez. Aunque la policía y la juez mantienen que su muerte se debió a un paro cardiaco y no hubo violencia, la familia de la víctima mantuvo una versión diametralmente opuesta, sosteniendo que pudo ser estrangulada y agredida sexualmente; versión que después fue confirmada por un neonazi arrepentido, del entorno del grupo Bases Autónomas, a quienes culpa del asesinato. El juzgado consideró «fantasioso» su testimonio. El caso se reabrió cuatro veces.